
Mi bebé ha fallecido... ¿y ahora qué hacemos?
Cuando la vida de vuestro bebé termina antes de nacer, se hace un gran silencio. Puede que tengáis que tomar decisiones rápidas, desconcertantes y dolorosas: quizá le han dado pastillas a la madre para tener al bebé en casa, o quizá va a darle a luz en el hospital. O puede que estas situaciones ya hayan pasado, que vuestro/a hijo/a ya haya nacido sin vida, pero no sepáis qué hacer ahora. En medio del dolor, del misterio, del silencio… todo es confuso, solo sabéis que acabáis de perder a vuestro/a hijo/a, y eso lo cambia todo. Es como la espada que atravesó el alma de María cuando vio a su Hijo morir.
Nosotras queremos estar contigo ante este acontecimiento que no se entiende, ante esta Cruz. Queremos acompañaros en esta acogida, despedida y entrega de vuestro/a hijo/a, que llena de dolor es también una fuente escondida de amor y esperanza, y poder estar en pie con vosotros, haciendo experiencia de que el amor es más fuerte que la muerte.
Creemos que cada vida es un don, y que cada niño/a, desde el seno materno, es sagrado/a. Por eso, acogemos a vuestro/a hijo/a con ternura y con la dignidad de quien es llamado a la eternidad, y os acompañamos en este camino de dolor y esperanza.
En la medida que necesitéis, caminaremos con vosotros.
Teléfono / WhatsApp: 623 009 834
Correo electrónico: contigo@envela.eu
¿Qué hace En Vela cuando os contactamos?
Cuando nos contactáis, os acompañamos en todo lo que necesitéis saber y hacer para acoger y despedir a vuestro bebé. Escuchamos lo que necesitáis, hablamos con vosotros para dar pasos juntos, a vuestro ritmo y manera, o nos ocupamos si no os veis con fuerzas.
Nosotras nos ocupamos de:
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Recibir al bebé. Recogemos al bebé del hospital cuando esté preparado para ello (en caso de que le hagan algún estudio, suele estar preparado uno o pocos días después) u os acompañamos en cómo hacerlo si lo tenéis en casa con pocas semanas de gestación, reconociendo su dignidad de persona y de criatura de Dios. Lo revestimos de blanco y lo envolvemos en una mantita blanca, como la virgen María envolvió a Jesús. Lo recostamos en una cajita en la que, si lo deseáis, una imagen de la Virgen abrazando a su Hijo se quedará cara a cara con el/la vuestro/a. Lo ungimos con un perfume, como hizo María en Betania con Jesús, cuando “se llenó toda la casa del olor del perfume”, para que vuestra casa también pueda recibir el perfume de esta vida entregada y llevada al Cielo.
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Organizar un tiempo para acogerlo en la familia. Se puede tener un tiempo de velar o despedir a vuestro/a hijo/a, y nosotras os ayudaríamos a organizar un momento íntimo y sencillo con vuestro bebé, donde se le pueda despedir y el corazón pueda abrirse a esta vida nueva, que no termina en la Tierra, y que abre una nueva relación con vuestro/a hijo/a.
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Celebrar su vida y su nacimiento al Cielo. Un sacerdote puede bendecir a vuestro bebé y, con la celebración del ritual de exequias para niños que han nacido en la misma situación que el vuestro, podéis confiar a vuestro/a hijo/a en los brazos de Dios. Esta celebración es una oración en la que la Iglesia del Cielo y de la Tierra os acompañan en este paso. Si no sois creyentes, también podemos acompañaros en el modo que os permita despediros con el corazón y desde lo más profundo, para continuar esta relación de amor sin fin con vuestro/a hijo/a.
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Acompañar y organizar todo lo necesario para el entierro o incineración de vuestro/a hijo/a, de un modo en que el desgarro de este momento permita también una presencia de luz y de ternura.
¿Y si, como padres, tenemos dudas o miedo de recibir su cuerpo?
No pasa nada. Muchas veces, al principio no se sabe qué hacer, solo duele. Por eso os acompañamos paso a paso. Queremos que sepáis que siempre podéis recuperar a vuestro bebé si así lo deseáis. Por el dolor o el miedo podemos mirar hacia otro lado, y es completamente natural si os pasa esto. Pero os proponemos, si queréis, algo distinto: puede ser muy sanador abrazar este dolor con amor, acompañados, detenerse en esto que ha acontecido, en la realidad… Es decir, parar, mirar sin miedo, y no pasar por alto lo que ha sucedido. Darle espacio a este dolor no va a hacer que os invada sin más, sino que es también darle espacio a este amor por vuestro/a hijo/a.
“Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados” (Mt 5, 4).
Recibir a vuestro/a hijo/a es un acto de amor, que aún crece más al entregarlo/a de vuelta al Padre, y llevar a plenitud vuestra vocación de padres. Aunque no seáis creyentes, despedirlo/a con dignidad os puede ayudar mucho en el duelo. Sería acompañarlo/a hasta el final como acto de amor profundo y humano, como una de las muchas maneras de entregar todo ese amor que deseabais darle, y puede ayudaros a integrar lo ocurrido y a cuidar de vuestro/a hijo/a hasta el final, aunque de un modo distinto al que esperabais, pero también de un modo nuevo que iréis descubriendo. No estáis solos. No estás sola.
¿Cuál es el coste y modo de pago de este servicio?
Sabemos que, en momentos así, lo último que debería preocuparos es el dinero. Por eso, cuando nos llamáis os informamos con total claridad y sencillez sobre los costes del acompañamiento.
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Os explicamos todo con transparencia: en cuanto hablemos sobre qué necesitáis, os diremos el coste.
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No hace falta pagar por adelantado: entendemos la urgencia y la carga emocional del momento. Queremos que podáis vivir este momento con vuestro/a hijo/a sin esa preocupación.
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Ofrecemos facilidades de pago, incluso en cuotas, si lo necesitáis.
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Si tenéis seguro de decesos, os ayudamos a revisar si puede cubrir parte o la totalidad del servicio. Podéis elegir con libertad la empresa funeraria que querías contratar. Nosotras trabajamos con la mayoría de las compañías aseguradoras.
¿Qué documentación es necesaria para poder recibir este servicio?
El documento imprescindible para que nosotras podamos tramitar todo lo anterior es un certificado médico de que el bebé ha fallecido, independientemente de las semanas de gestación o de vida fuera del seno materno. El certificado concreto varía según la edad gestacional o si nació con vida. Cuando nos llaméis y conozcamos vuestra situación concreta, os diremos cuál es el documento que se necesita, y si es necesario os acompañamos para conseguirlo.
Junto con este documento y vuestro documento de identificación os preparamos el documento de autorización del servicio y de protección de datos. Una vez firmados, ya podemos ocuparnos de todo. Responderemos todas vuestras dudas y descubriremos juntos la mejor manera de vivir esta situación, para entrar en lo que ha acontecido, pero acompañados y abiertos a toda la luz que quiera entrar.
“El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande; habitaba en tierra y sombras de muerte, y una luz les brilló. (…) Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; lleva a hombros el principado” (Is 9, 1.5a)